Por Guido Asencio Gallardo
La colonización alemana constituyó una de las más importantes atracciones de extranjeros para poblar el sur del país, lo cual facilitó el alcance de un inusitado progreso, principalmente en materia industrial y agrícola desde principios del siglo XIX.
Para entrar en contexto, resulta trascendental centrar la mirada en el valioso aporte que realizaron los alemanes a la construcción de Chile, en una época en que todo el mundo aspiraba a tener como referente el ideario de un país que se mostraba como uno de los más sólidos en materia de progresismo, por lo tanto resultaba una buena estrategia crear algunos incentivos para atraer la atención.
El proceso de colonización alemana, se gestó a raíz de la necesidad de traer extranjeros alemanes al país, para canalizar el establecimiento de una cultura caracterizada por tener una marcada capacidad emprendedora. Es así como en el año 1845 se promulgó en el Gobierno de Manuel Bulnes la Ley de Colonización en Chile, la cual tenía como ideario traer extranjeros al territorio que comprende las ciudades del sur, entre Valdivia y Llanquihue.
El político chileno Vicente Pérez Rosales (fue Diputado por Chillán entre los años 1861 a 1864 y Senador por Llanquihue entre el año 1876 y 1881), profundizó los incentivos de la colonización Europea concentrada a orillas del Lago Llanquihue, atrayendo varias familias alemanas, las cuales se dedicaban principalmente al fomento de la actividad agrícola. Por su parte, en la zona de Valdivia hubo un desarrollo más industrial, presentando un mayor valor agregado, que se tradujo en la instalación de empresas dedicadas a la cervecería, curtiembre, astilleros y aserraderos.
En el año 1870 la colonización alemana tuvo impacto sobre la expansión de las tierras agrícolas, presentando una serie de inconvenientes con las comunidades mapuches y huilliches en la zona sur, debido que, en algunos casos, se adquirieron tierras de forma arbitraria, presentando indicios del conflicto que hasta nuestros días persiste en materia de propiedad agrícola. Esto es importante colocarlo en el análisis general como parte del proceso de histórico que se constituyó en un escenario marcado por una serie de inconvenientes en el sur de Chile, pero que no se condicen con el esfuerzo y trabajo han aportado los alemanes en el desarrollo económico y social, enfocado principalmente con actividades agrícolas.
A comienzos del siglo XX la colonización alemana en Chile tuvo un cambio de rumbo repentino, influenciado principalmente por la gran crisis económica mundial del año 1929, lo que obligó al Estado a frenar su política de colonización, pasando a concentrar sus esfuerzos en crear estrategias para la estabilización económica.
A pesar de la frenada del proceso de colonización, quedaron en nuestro país las raíces de los alemanes que forjaron el inicio de una serie de emprendimientos que hasta los días de hoy representa grandes avances para el desarrollo económico de diferentes territorios ubicados en el sur de Chile.
En tanto, un enfoque de Desarrollo Económico Local (DEL) resulta fundamental para revisar el pasado y resolver muchas preguntas respecto a las diferentes influencias que dan lugar al estado actual de la economía, pues en este caso se revaloriza la visión empresarial que trajeron los primeros colonos alemanes, mezclando su cultura en un extenso territorio del sur de Chile donde los habitantes han aprendido a convivir en un ambiente armonizado por el establecimiento de políticas públicas que van evolucionando de acuerdo a las circunstancias experimentadas en cada una de las etapas del desarrollo político, económico y social del país.
En definitiva resulta interesante seguir trabajando por descubrir formas de vida en las cuales se han desenvuelto ´cada una de las culturas que han llegado a vivir en el país, debido a que el fenómeno de la migración constituye una temática importante a considerar para realizar un análisis diagnóstico de la realidad del Chile actual, donde cada etapa tiene sus procesos diferenciadores, desde el punto de vista sociológico, influenciado ciertamente por políticas públicas que se encuentran insertas en el país, así como también por el establecimiento de políticas de contingencia que resultan de manera reactiva, donde las primeras se constituyen como las preferenciales, debido a que se pueden adelantar a las formas de instalar procesos consensuados que no actúen sobre contingencias que se transformen en políticas de última hora.
Finalmente se debe tener claro el proceso de colonización alemana contribuyó a la configuración de un espacio territorial ubicado en el sur de Chile, desde el punto de vista económico, lo cual encaja perfectamente en los diferentes tipos de análisis localistas que tratan las teorías del desarrollo económico local, prueba de ello lo constituye el aspecto endógeno a destacar de un lugar, que se puede complementar y generar una simbiosis necesaria para representar la idiosincrasia del ciudadano del sur de Chile, pero que desde el punto de vista estratégico también repercute al todo el territorio nacional.