El proyecto busca modificar el Código Penal en materia de tipificación del femicidio y de otros delitos contras las mujeres, estableciendo penas que alcanzan hasta el presidio perpetuo calificado.
Valparaíso, jueves 28 de noviembre de 2018. El parlamentario por Los Ríos y Subjefe de la Bancada DC, Iván Flores García celebró la aprobación unánime en la Sala de la Cámara de Diputados el proyecto “Ley Gabriela”, que busca modificar el Código Penal y la tipificación del femicidio.
La propuesta pretende establecer agravantes especiales al femicidio y excluir la aplicación de las atenuantes de “irreprochable conducta anterior” o de haber obrado producto de arrebato u obcecación, en los casos en que haya precedido incidente de violencia cometido por el autor contra la víctima, sus ascendientes o descendientes.
Al respecto el diputado agregó que “se ha llamado ley Gabriela en conmemoración de Gabriela Alcaíno, una menor de 17 años que fue asesinada junto a su madre a manos de su ex pololo. Esto generó una discusión, ya que la legislación actual considera femicidio el hecho cuando una persona comete parricidio, teniendo como víctima a la cónyuge o conviviente del asesino, dejando fuera a una serie de escenarios donde la víctima no ha tenido una relación de convivencia con el autor como el caso del pololeo, en la cual la pareja vive separada, o situaciones en que la causa del hecho es netamente la violencia de género”.
Adicionalmente la iniciativa crea un nuevo artículo que tipifica la figura de “incitación al suicidio o que preste auxilio para cometerlo”, en el marco de las desiguales relaciones de poder basadas en el género, especificando circunstancias en que especialmente se entenderá la concurrencia de dichas relaciones desiguales de poder.
Finalmente el parlamentario destacó la urgencia del proyecto con el fin de convertirse ley lo antes posible, agregando que “este proyecto fue votado con urgencia para despacharlo hoy. Este vacío legal no puede seguir ocurriendo; que se considere femicidio solo a quien mata a su cónyuge permanente o conviviente, dejando fuera a las víctimas de los pololeos o incluso la muerte de una mujer solo por el hecho de ser mujer”.