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miércoles, septiembre 18, 2024

Leña, pellets y soluciones incompletas

La semana pasada discutimos en la Cámara, un proyecto de ley que pretendía prohibir el uso de leña para calefacción domiciliaria, basándose en la alta contaminación del aire que existen en las principales ciudades del sur de Chile.

Por Iván Flores García
Diputado por Los Ríos

Nadie puede negar que el uso desregulado de leña húmeda genera perjuicios ambientales por el humo, transporte y muchas veces por no haber un plan de manejo del bosque nativo; sin embargo, la idea de que se prohíba su uso sin existir un sistema de calefacción alternativo, de bajo costo, de acceso a toda la población y durante la mayor parte del año, era poner en más precario las condiciones de vida de familias vulnerables y “clase media”, especialmente en que por otra parte, el programa de gobierno de recambio progresivo de calefactores tradicionales o en mal estado con subsidio del Estado, se estrelló ante la improvisación o imprevisión de asegurar los “pellets” para que puedan operar. Y aquí una “máxima” obvia…Si un programa de equipamiento subsidiado compite con la también necesidad de familias de mayores ingresos, evidentemente los insumos terminarán en las casas de estos últimos y no donde el Estado quería focalizar.

Las largas filas y el “mercado negro en torno al comercio de pellets, mostraron la falta de acciones para evitar que el mercado se desregule y haya quiebres de stock como ha ocurrido con otros productos de primera necesidad. En este caso han sido familias humildes y principalmente adultos mayores, que viven con menos de lo justo, los que han sufrido por la falta de previsión y presa de especuladores desatados. Chile produce 20.000 t y se requieren 30.000 t de acuerdo a los equipos en función…¡y las fuerzas del mercado NO operaron!… las consecuencias del frío, las han soportado los más humildes.

Si bien sabemos de las dificultades de tener un mercado regulado de leña seca, el proyecto en comento sería el tiro de gracia para los que utilizan leña como único medio para entibiar el hogar y preparar la comida. Así las cosas, el proyecto que si bien apuntó a prohibir el uso entre las familias de mayores ingresos, no son precisamente estos los que consumen más leña.

El rechazo del proyecto anterior me permitió reactivar un proyecto que preparamos con algunas organizaciones del Sur el año 2015 y suspendimos dado que nos estaban las condiciones para avanzar en la determinación de la leña como combustible. Es curioso, pero nuestra legislación contempla y regula una serie de combustibles pero no la leña en su completa expresión.

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