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La visión de Enrique Larre Peralta sobre el desarrollo de La Unión y la Provincia del Ranco

Enrique Larre Peralta, tiene 31 años, es arquitecto de profesión, y el 11 de marzo de este año asumió como consejero regional por la provincia del Ranco, luego de resultar electo en los comicios del año 2021. Hasta ahora dice sentirse cómodo en su cargo, porque hay unanimidad entre los consejeros a la hora de pensar el desarrollo integral de la región.

Se describe como un soñador, un visionario, por algo dice haber escogido la carrera de arquitectura; además, se define como un constructor, un diseñador, un unionino de corazón, y todo eso le gustaría verlo reflejado en el trabajo que realiza como Consejero Regional.

Llegó a la política motivado por la tradición familiar, ya que sus dos abuelos estuvieron ligados al mundo público, tanto Enrique Larre Asenjo como Santos Peralta, que fue un profesor normalista que trabajó en sectores rurales; y de ambos dice haber escuchado y aprendido de la importancia de la labor social dentro de la comunidad.

Mientras estudiaba arquitectura, Enrique tuvo la experiencia de trabajar en diferentes sectores de Valparaíso, y allí tuvo mucha relación con grupos pequeños, juntas de vecinos y agrupaciones, pudo conocer su funcionamiento, y con esos conocimientos desarrollar diversas iniciativas en su etapa de estudiante.

Para el consejero Larre, esas experiencias fueron fundamentales, y desde esa perspectiva quiere aportar “escuchando a la comunidad, para así llevar a cabo los proyectos o iniciativas que se presenten dentro de toda la región, y sacarlas adelante”, afirma.

¿Qué buscas alcanzar a través de este proyecto político en el cual estás embarcado?

Aquí se establece un vínculo entre la gobernanza municipal y la gobernanza regional. Me gusta proyectar programas, tratar de impulsar iniciativas y guiarlas, aunque tengo un grado de inexperiencia en el área pública, porque soy nuevo en esto. A través de la gestión uno puede inducir a un proyecto, programas o nuevas iniciativas, pero aquí el interés principal debe ser del gobernador, de las delegaciones y las municipalidades, que son esenciales para crear programas y proyectos, como parques, gimnasios, estadios, u otros; que fortalezcan la infancia, niños, mujeres y adultos mayores. Quiero apoyar y aportar para ello.

¿Cómo está la batería de proyectos dentro de la provincia del Ranco para el período que se inicia?

Los consejeros del Ranco tomamos la decisión de visitar las comunas para facilitar la presentación de los proyectos de los distintos alcaldes. Nosotros ya tenemos conocimiento de algunos jefes comunales que sí se han adelantado a este hecho, como existen algunos que aún están trabajando, y les hemos invitado a presentar su cartera de proyectos para este año 2022 o lo que viene para el 2023.

¿Cómo está la capital provincial en este sentido?

Creo que La Unión debe fortalecerse como capital del Ranco, pero no sola. Tiene que relacionarse, ser un agente vinculante, tenemos que ver el resto de las comunas y ver cuáles son las necesidades compartidas. Siento que se han perdido grandes posibilidades al no tener un diálogo entre las distintas comunas. Estamos ligados a Río Bueno, somos prácticamente mellizos, y desde Puerto Nuevo con Futrono y Lago Ranco, alrededor del borde lacustre, por lo que tenemos una gran posibilidad de ser una capital que aúne las iniciativas que hay dentro de la provincia, para marcar un sello a nivel nacional.

¿Qué te gustaría ver como obra emblemática en la comuna en que naciste?

Lo he dicho varias veces fuerte y claro: mi sueño algún día para La Unión es ver una costanera. Somos la única comuna de la provincia que la atraviesa un río; pero no es lo único que hay en esta región. Tenemos también necesidades de espacios deportivos, centro cultural en la casona Duhalde, son proyectos que deberían marchar más rápido, y durante mi gestión voy a aportar a ello, para que sean aprobados los recursos que dependan del Gobierno Regional.

¿Será que tenemos la costumbre de quedarnos en los estudios y no concretar los proyectos?

Una buena iniciativa no debe morir con el cambio de autoridad. Creo que eso es un desperdicio de recursos de parte de una autoridad, que por ideales personales o políticos deseche ideas potentes que van en función del desarrollo de una comuna. Los estudios y diseños previos no son gratis, es un proceso anterior a la ejecución, tiene una inversión regional o sectorial, desecharlos por cambio de autoridades no tiene sentido. La única manera de bajar un proyecto es que no sea bueno, porque complica el desarrollo de la ciudad o sus habitantes. Además, siempre los proyectos pueden tener modificaciones para seguir adelante.

¿Cuáles son tus aspiraciones en política, hasta dónde quieres llegar?

Quiero llegar a ver crecer mi ciudad, mi provincia, mientras tenga la capacidad de ser el nexo para aportar desde el Gobierno Regional con un plan de trabajo no a corto plazo, sino que proyectarlo a 10, 20 o 30 años (…) armar esa cartera requiere de un plan general, de hecho, desde el gobierno central bajaron el PROT y recién se está reiniciando nuevamente, y creo que pasa lo mismo con los distintos planes reguladores.

Muchos proyectos fracasan por ese motivo, como el caso de Paillaco que no pudo hacer la reposición de una escuela porque lo limita el Plan Regulador que está desactualizado. Los planes reguladores determinan el crecimiento de una ciudad, es el caballo de batalla para una estrategia de largo plazo, pero no están actualizados. Finalmente se termina acomodando a lo que tenemos.

¿Estás dispuesto a escalar en la esfera política, para algún cargo diferente de elección popular, ya sea parlamentario, municipal u otro?

Por ahora, tengo un compromiso con una labor, una meta, que es ver el desarrollo de mi provincia del Ranco.  Después de cumplir esa meta, considero que estarían abiertas las puertas para seguir un futuro, ya sea a nivel comunal o regional. Si veo que el problema no radica solamente en las municipalidades o en lo regional, claramente hay que buscar la salida por otra parte, y quienes hoy tienen la posibilidad de dar esa solución son senadores y diputados. No quiero decir con eso que solamente quiero ser alcalde, diputado, senador o presidente de la República (…) quiero cumplir primero la meta que me propuse.

Por último, Enrique Larre Peralta, dice que le gusta ser visionario y para ello debe planificarse, ponerse metas de largo plazo, pero tiene claro que una visión sin tarea es un sueño que puede dormir eternamente, ya que en diez años vio crecer muchas ciudades que cambiaron radicalmente, como el caso de Lago Ranco que generó ese cambio con un buen proyecto de gestión. A su juicio, La Unión quedó estancada y quiere ser un apoyo para la gestión de proyectos en este período, incluso aportando como arquitecto a ello.

“Estoy comprometido con el desarrollo y progreso de mi comuna, de mi provincia, para que la gente tenga calidad de vida, por lo que en este cargo u otro, espero contribuir a ello, que La Unión tenga un estándar de calidad de vida ejemplar, disminuyendo los indicadores negativos,  con más desarrollo cultural, físico y personal, porque el desarrollo tiene que ver con la forma de pensar, ya que mientras la gente no cambie su manera de pensar, no cambiará su manera de vivir”, concluye.

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