A comienzos de noviembre el Presidente Gabriel Boric dio a conocer una de las iniciativas insignes de su mandato: el proyecto de reforma previsional. Este propone un sistema mixto público privado, que contempla la creación de un “Seguro Social” financiado con un incremento del 6% de la cotización en base al aporte de los empleadores. La propuesta ha contado con voces a favor y en contra, cuestionando estas últimas el real beneficio que entrega el texto a los pensionados.
La Universidad San Sebastián, mediante el Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Gobierno, abordó el tema en el seminario “¿Es esta la reforma de pensiones que Chile necesita?”, que contó con las exposiciones de Cecilia Cifuentes, directora ejecutiva del Centro de Estudios Financieros del ESE Business School de la Universidad de los Andes; David Bravo, director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales; y Bernardo Fontaine, economista, ex convencional y académico de la Facultad de Economía y Gobierno de la USS.
En ese contexto, Cecilia Cifuentes comentó que “es una oportunidad muy grande para el país lograr esta vez una Reforma de Pensiones. Una reforma bien hecha puede contribuir al ahorro, a la inversión, y si el mundo político logra consensuar una reforma, se va a recuperar una capacidad (de acuerdo) que el país perdió y que es esencial para dar una mejor calidad de vida a sus habitantes”.
A su juicio la informalidad del empleo es uno de los temas a considerar. “Habría que preguntarse si esta reforma genera incentivo a la formalidad, y yo tengo la impresión que no (…) Creo que no podemos crear un sistema donde los derechos son el doble de los deberes, porque en el mediano plazo en un sistema insostenible por definición”, agregó la directora ejecutiva del Centro de Estudios Financiera del ESE Business School de la Universidad de los Andes.
David Bravo llamó a tener una discusión basada en evidencia. “Se necesita menos relato y más microdatos. No basta con decir ‘vamos a mejorar las pensiones’, ‘vamos a tener mejores pensiones’, eso es muy vago respecto de qué, respecto de cuándo, respecto de a quiénes. Se deben tener claro los objetivos”, dijo.
Mientras que el economista Bernardo Fontaine expuso que “esta reforma tiene cosas buenas y tiene cosas malas. En mi opinión, las malas superan a las buenas. A mi juicio, pierden los chilenos, porque la reforma no los escucha. Encuestas advierten que el 57% de los chilenos quieren que el 6% vaya a su cuenta individual y sólo un 9% estima que debe ir a un fondo estatal, que es lo que propone la reforma”.