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Destacado profesor y comunicador Sergio Florín fue nombrado como nuevo Hijo Ilustre de La Unión

El destacado profesor, comunicador y voluntario de Bomberos, Sergio Florín, fue nombrado como nuevo Hijo Ilustre de La Unión, reconocimiento que recibió durante la ceremonia de aniversario comunal realizada la mañana de este miércoles en la Plaza de la Concordia.

Florín ha sido la voz oficial de innumerables actividades oficiales de en La Unión, así como también una voz característica de comerciales y programas de Radio Concordia; y además de su labor docente también resalta su labor como voluntario de la Primera Compañía de Bomberos Germania de La Unión.

Tras recibir el nombramiento, Sergio Florín comentó que “la verdad es que yo me resistía a ser homenajeado, porque hasta el día de hoy pienso que hay muchas otras personas que se merecen esto y mucho más. Espero que en los próximos años se puedan dar también esas condiciones, ya sea para personas que son de bajo perfil y a lo mejor hacen una tremenda labor silenciosa, o también para aquellos que han sido ciudadanos destacados y que persisten en su labor, puedan ser reconocidos como Hijos Ilustre. No obstante, es un tremendo orgullo haber recibido este reconocimiento de parte del alcalde y del Concejo Municipal”.

Reseña biográfica

Sergio Florín Florín nació en la comuna de Providencia, región Metropolitana, hace 68 años, y a los tres meses de edad llega a La Unión para vivir con sus abuelos maternos. Su educación primaria se inició en el ex Colegio Sagrados Corazones, hoy Colegio Santa Marta de La Unión, en tanto que sus estudios de humanidades los realizó en el Liceo Rector Abdón Andrade Coloma, donde terminó el sexto de humanidades a los 16 años de edad, en 1970.

En 1972 ingresó a la Escuela Normal Superior José Abelardo Nuñez de Santiago, para cursar la carrera de pedagogía básica, pero en noviembre de 1973 cursando ya el cuarto semestre se decretó el receso temporal de las escuelas normales y luego su cierre definitivo a partir de marzo de 1974. En su caso prosiguió estudios en la Universidad Técnica del Estado.

En marzo de 1976 recibió su título de pedagogía en educación general básica con mención en ciencias sociales, siendo destinado a la Escuela D-287 de Paillaco, donde se desempeñó por tres años, para llegar en 1979 a la Escuela Superior de Hombres N° 1 de La Unión. El mismo año que contrajo matrimonio con Margot Soto Arriagada, oriunda de la comuna de San Pablo, padres de Carolina y Cristian Florín Soto, hoy abuelos de Agustín, Amanda y Alonso.

Cuando llevaba cuatro meses como profesor en Paillaco, tuvo la oportunidad de una extensión horaria en la cárcel de La Unión para realizar educación de adultos por las tardes para quienes estaban privados de libertad. En una entrevista hace unos años señaló “no encontraban un profesor que quisiera enseñar en la cárcel porque para muchos ese ambiente no era muy atractiva. Así, llegué a la cárcel con 22 años, quedándome ahí los próximos 35 años, desde 1981 ya con horario completo”.

En ese submundo descubrió el lado humano de cientos de hombres, mujeres y menores de distintas comunas de la región y del país que, por diversas circunstancias, habían transgredido las leyes de la sociedad. Se especializó en el tema, recibiendo el reconocimiento de Gendarmería de Chile en su momento, compartiendo experiencias con sus pares a nivel nacional en diversos encuentros de carácter profesional, labor desconocida para muchos.

De esa silenciosa labor tras muros y rejas no ha trascendido mucho. En La Unión lo reconocen más por su labor profesional en CD-82 Radio Concordia, medio al que llega en calidad de aprendiz de radio controlador en 1970, para compenetrarse en las técnicas de la radiotelefonía de antaño, hasta que una vez que regresa acá como profesor, aceptó el desafío de oficiar de locutor propiamente tal, conduciendo variados espacios. Paralelo a ello se van dando las funciones propias de maestro de ceremonias y otros espectáculos de distinta índole hasta el presente.

Por su afán de servicio en febrero de 1977 ingresó a la Primera Compañía de Bomberos Germania de La Unión, instancia donde aún ejerce el cargo de secretario. El primer par de años fue un bombero como todos, sin embargo, después su labor se enmarcó más en lo administrativo. En lo operativo, por más de 30 años quedó a cargo del área audiovisual para fotografiar y filmar con fines didácticos, el trabajo bomberil en los incendios, emergencias y rescates vehiculares en general.

En otro orden de cosas a los 11 años, descubre sus aficiones por el mundo de la fotografía y el cine mientras hojeaba un viejo libro de física. El fenómeno de la luz en una película impregnaría así su adolescencia. Así se comienza a formar como fotógrafo con el apoyo de uno de los grandes de la época, el fotógrafo local Tulio Pérez Hott (Q.E.P.D.), lo que reafirma luego con el apoyo de libros y de estudios nocturnos en Santiago en la Escuela de Foto Arte de Chile.

El saber de fotografía, incluido el trabajo en el laboratorio, le abre la posibilidad en cada temporada de ingresar a los circos importantes de esa época como “Las Águilas Humanas” y “Búfalo Bill” para hacer fotos de artistas y espectáculo en sí. La foto ha ido de la mano del cine y no perdió la ocasión de colaborar en el Cine Teatro O´Higgins de La Unión en diferentes roles desde los 14 años, como portero, acomodador hasta ayudante de operador de las máquinas de cine.

En paralelo a su vida universitaria, en 1974 formó parte del equipo técnico del Teatro del Ángel, de la reconocida actriz Ana González, “La Desideria” (Q.E.P.D.). Allí fue sonidista e iluminador de dos obras, una infantil bajo la dirección del actor Eduardo Barril, la otra que parodiaba el cine: “Teatromascope” en cartelera por casi un año. Como estaba ligado a ambientes muy similares, trabaja ya en 1975 como administrador del Cine Egaña, para culminar esta serie de labores de su tiempo de estudios superiores, asume como administrador del Hotel Las Gaviotas en el balneario de El Quisco en el verano de 1976. En la zona sur ya, entre 2007 y 2012 supervisó el Cine Lido de la ciudad de Osorno.

Saber fotografía y sobre todo tener capacidad para redactar y armar diversos textos, le permitió servir como corresponsal por dos décadas para el diario La Tercera de La Hora, más publicaciones en los diarios La Prensa y Austral de Osorno, este último en sus inicios, además de varias entrevistas publicadas en un periódico local que circuló hace casi tres décadas “El Mirador”. Desde su pluma han nacido también reportajes, crónicas y entrevistas publicadas por muchos años en la revista La Unión, Historia y Tradición. También en la ceremonia aniversario de la ciudad se conocían las biografías de personajes homenajeados en ese momento, como también cuando alguien fallece entrega pinceladas de sus vidas a través de la radio y medios electrónicos digitales. Siempre dispuesto a colaborar a quien lo necesite.

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