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jueves, septiembre 19, 2024
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Segegob y oficina de Asuntos Religiosos se reúnen con organizaciones para reconocer Comunidades de Primera Acogida

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El Seremi de Gobierno, Juan Guerra, junto a Amador Sepúlveda, asesor de la Oficida de Asuntos Religiosos (ONAR) dependiente de la Segpres, se reunieron con diversos representantes de organizaciones ligadas a iglesias o ligadas a la espiritualidad, con el fin de reconocer su labor como Comunidades de Primera Acogida.

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El proyecto de Reconocimiento de Comunidades de Primera Acogida busca abrir espacios de conocimiento mutuo entre iglesias, comunidades de fe y organizaciones basadas en sus principios, que sirven y acompañan a personas en situaciones de vulnerabilidad. A través del conocimiento mutuo se busca generar dinámicas de fortalecimiento de las comunidades y sus servicios, coordinarse y compartir buenas prácticas, y trabajar en conjunto con los organismos públicos locales.

Juan Guerra, Seremi de Gobierno en Los Ríos, relevó la importancia que tiene esta iniciativa para el Gobierno de Chile. “Es muy importante la labor que cumplen las comunidades de primera acogida, que muchas veces son las propias iglesias u organizaciones de voluntariado confesionales ligadas las iglesias, porque es una labor que el Estado no puede sustituir y son expresiones de la organización de la sociedad civil, que muchas veces llegan antes que el Estado. Las comunidades de primera acogida no solamente hacen ese trabajo, que es complementario el del Estado, sino que también llegan con una mano humana, con afectos, con contención emocional, que es una cuestión que las instituciones del Estado muchas veces no logramos hacer, por lo tanto se trata de una labor que es complementaria y que queremos fortalecer”.

Para Amador Sepúlveda, asesor de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, expresó que “el objetivo del programa busca tejer redes entre aquellas expresiones de la fe que se manifiestan en la ayuda al otro. Creemos que hay un enorme valor social en el trabajo que realizan las iglesias en el territorio, resolviendo problemas públicos y desde ese trabajo -en colaboración con la institucionalidad del Estado- podemos ayudar a hacer un país mucho mejor y creemos que ese potencial tenemos que activarlo. Lo más importante hoy día es como la institucionalidad del Estado se pone a disposición de reconocer fortalecer y acompañar ese trabajo que realizan las iglesias para que lo sigan haciendo y con ello aportando a la construcción de un mejor país y una democracia mucho más sólida”.

Para los asistentes, fue una instancia muy provechosa que ha dado inicio a una serie de vinculaciones y futuras capacitaciones y orientaciones para presentar proyectos y realizar sinergias entre los integrantes de estas agrupaciones.

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