Reveladores datos para a conocer la realidad regional de cuidadores de personas determinó el estudio “Conciencia Cuidados: Descubriendo el impacto de los cuidados en la sociedad”, desarrollado por la Universidad San Sebastián (USS) y que acaba de presentar sus resultados finales luego de 8 meses de ejecución.
Liderado por la académica de Vinculación con el Medio (VcM) de la carrera de Medicina, Vanessa Darlas, en colaboración con las carreras de Kinesiología, Fonoaudiología y Trabajo Social Advance, este proyecto tuvo como propósito contribuir a la obtención de una perspectiva integral de las diferentes dimensiones de los cuidados en Los Ríos.
Cabe destacar que esta iniciativa se enmarca en la línea de financiamiento denominada “Iniciativas de acción ciudadana para el levantamiento de información para políticas públicas” del Gobierno Regional de Los Ríos.
Junto a la realización de 21 conversatorios en las 12 comunas de la región, el estudio aplicó una encuesta a 413 cuidadores de Los Ríos, que abarcó dimensiones como características de la persona cuidada, de las personas cuidadoras, uso de tecnología, de conocimiento del Sistema Nacional de Cuidados, entre otros.
Pablo Hoffmann, vicerrector de la USS sede Valdivia destacó esta iniciativa y precisó que “los cuidados y los cuidadores son un tema relevante para nuestra región, por ello es necesario ponerle más atención, saber dónde están, cómo poderlos apoyar. En ese sentido, nuestro rol como universidad es precisamente llevar adelante investigaciones como ésta, que permitan una más eficiente toma de decisiones”.
Resultados
Los resultados de la encuesta evidencian una marcada feminización del cuidado, donde el 90% de las cuidadoras son mujeres, 100% son chilenas y el 80% no se percibe como parte de algún grupo originario. Además se detectó que el 72% no recibe remuneración alguna por su rol como cuidadora.
Con todo, el estudio determinó que cerca del 95% de las cuidadoras son familiares directos, “lo que refuerza la percepción de que el rol de cuidadora es intrínseco a la relación familiar, sin que medie una remuneración por esta labor en la mayoría de los casos”.
A ello se agrega que muchas de estas cuidadoras están en una etapa de vida económicamente activa, con un 20% de los cuidadores con edades que van entre los 19 y 40 años; y poco más del 60% en el rango de 41 a 65 años. Además, cerca del 15% de los cuidadores tienen entre 65 y 90 años.
El estudio también detectó que entre las cuidadoras “el acto de cuidar ha generado un impacto negativo en su situación económica, ya que han tenido que abandonar su actividad laboral”, sumado a que “la frecuencia e intensidad del cuidado que brindan es alta, lo cual limita su capacidad para dedicarse al autocuidado y a actividades sociales”, y que “presentan una baja percepción del bienestar relacionado a aspectos psicoemocionales”.
También se detectó un “desconocimiento generalizado del Sistema Nacional de Cuidados, así como una baja inscripción en el registro de cuidadores y un escaso uso de la credencial de cuidador”.
Vanessa Darlas explicó que “prácticamente acá en la región no hay datos que nos permitan conocer quiénes son los cuidadores, cuáles son sus características, de qué edades son, cuáles son las variables que producen mayor sobrecarga en ellos… Prácticamente existen datos muy generales, pero no propios de la Región de Los Ríos”.
Escuela de cuidadores
Darlas agregó que “los cuidadores necesitan capacitarse, tanto los asistentes del cuidado que se desempeñan laboralmente, como los cuidadores que son familiares y que no tienen ninguna herramienta para poder cuidar a la persona que requiere cuidados con algún grado de dependencia. Se requieren muchos conocimientos para facilitar esa labor a ellos y también para brindar cuidados de calidad”.
En tal sentido y debido a las necesidades pesquisadas en los respectivos conversatorios, la USS también desarrolló un proyecto colaborativo denominado “Escuela de cuidadores”, que consistió en la realización de 10 talleres de capacitación destinados a asistentes del cuidado.
“Me pareció maravilloso trabajar y seguir aprendiendo cosas que son muy importantes para nosotros. Soy asistente de cuidados, me encanta lo que hago, y me parece estupendo que hagan esto acá. Hay mucho adulto mayor en Valdivia, llegué hace 3 años desde Santiago y veo que hay mucha necesidad, mucho adulto mayor abandonado, que no recibe cuidados”, dijo Mónica Fuentes, asistente de cuidados capacitada durante la iniciativa.