Las cifras son impactantes a nivel mundial. Según estudios recientes, las rutas comerciales marítimas que hoy permiten que a nuestros hogares lleguen pedidos desde Asia o desde cualquier otra parte del mundo en pocos días y hasta nuestra puerta, podrían estar causando que cientos y hasta miles de ballenas resulten muertas o heridas por la colisión que éstas tienen con los grandes buques que transportan mercaderías.
Y es que más del 90% de las rutas comerciales marítimas del globo, coinciden justamente con el hábitat del mayor ser vivo que jamás haya existido en la Tierra. Pero es justamente una empresa de la Región de Los Ríos con asiento en las ciudades de Valdivia y Concepción, la que se encuentra trabajando con un hardware impulsado por la IA, que permitiría que buques de gran tamaño como son los portacontenedores, pudiesen evitar la muerte de estos cetáceos, por choques o colisión.
Al respecto Marcela Ruíz Aguilar, CEO de Acústica Marina, que en este preciso momento se encuentra participando de la etapa final del Premio Savia Lotus Chile, el cual convoca a empresas emprendedoras en tecnología climática de todo el país, señala que “como empresa desarrollamos un hardware que permite la captura de la acústica en los océanos, discriminando o separando los sonidos naturales o antropogénicos del mismo; es decir, alteraciones ambientales causadas por actividades humanas como rutas navieras, construcciones de puertos u otros similares. Hardware que permitiría saber si existe o no el riesgo de colisionar con una ballena”.
Pérdida de ballenas, CO2 y muerte de los océanos
Para Marcela la aplicación de esta tecnología en lo que son las rutas marítimas, es fundamental. Al día de hoy la continua pérdida de ballenas alrededor del mundo, estaría causando un gran perjuicio al ecosistema y un irreparable daño en cadena a mediano y largo plazo. Esto porque según el estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) denominado “Soluciones Naturales contra el Cambio climático”, cada ballena secuestra 33 toneladas de carbono durante su vida y algunas de ellas, pueden vivir hasta cerca de 200 años. Para ejemplificar, en ese mismo periodo de tiempo un árbol almacena apenas el 3% de esa cantidad de carbono.
“Nuestro planeta es un planeta azul, donde los mares cubren más del 70% de la superficie. La aplicación de nuestro hardware nos permitiría salvar a las ballenas y salvar a los océanos, que es lo mismo que salvar al planeta. En el mundo que vivimos hoy, las tecnologías marinas para evitar el cambio climático son indispensables. El verdadero pulmón del mundo son los océanos”, asegura la CEO.
Con esta tecnología explica Marcela, se pueden realizar todo tipo de cruces de información, que evitaría que los barcos chocasen contra estos grandes cetáceos, evitando miles de muertes por colisión. “Las ballenas están en riesgo, pero son nuestro mayor aliado contra el cambio climático y nos ayudaría a entender mucho más a nuestro océano y, por ende, al planeta”.