Desazón. Ese es el sentir de la comunidad educativa del Liceo Bicentenario Vicente Pérez Rosales al ver su gimnasio cerrado, sin piso y lleno de fecas de paloma. Todo esto ante la decisión de la administración municipal anterior de sacar el piso del gimnasio para utilizarlo en la construcción de módulos de venta, cuando aún el proyecto de reposición no estaba licitado.
Esta decisión provocó que el gimnasio esté completamente cerrado para el uso de los estudiantes durante todo el 2023 y el 2024, por lo que el Departamento de Educación Municipal tiene que arrendar el Gimnasio Juan Arroyo Peña para que los estudiantes puedan realizar actividad física.
Ante este panorama, el alcalde Reyes, junto al Concejo Municipal, decidió realizar una visita a la abandonada infraestructura, para tomar una decisión de corto y largo plazo. “El gimnasio está en un estado de insalubridad incomprensible. Hoy el compromiso está de parte de todo el Concejo Municipal para priorizar el proyecto de reposición, pero en paralelo trabajar durante el verano para reparar los daños que tiene, sanitizar como corresponde y así en marzo de pueda abrir nuevamente a la comunidad educativa”, aseguró el jefe comunal.
Por su parte la directora del establecimiento, Nélida Gómez, agradeció la visita al gimnasio y comentó la importancia de reabrir esta infraestructura. “Llevamos meses moviéndonos por la ciudad buscando un espacio dónde desarrollar las actividades. Para los estudiantes es importante volver a este espacio, porque con eso recuperamos las actividades que realiza el liceo”.
Desde el Departamento de Educación ya se está trabajando con el prevencionista de riesgo para hacer una evaluación del recinto, que permita controlar plagas y así iniciar las obras de mitigación. Todo esto, mientras el proyecto de reposición será mejorado gracias a la contratación de una consultora y luego de eso ir en búsqueda de recursos al Gobierno Regional para que el Liceo Bicentenario Vicente Pérez Rosales tenga el gimnasio que merece.
