Según el testimonio de uno de las sobrevivientes, el militar actuó con determinación al enfrentarse a las adversidades del naufragio. “Nos atrapó una ola y se llenó el bote completo. Nos quedamos todos encerrados”, relató. Fue entonces cuando el militar, junto con otro pasajero, tomó la decisión de romper el vidrio frontal de la embarcación para permitir la evacuación: “Todos los que estamos vivos hoy en día es solamente porque rompieron el vidrio”.
La sobreviviente destacó la rapidez y valentía con la que el militar actuó, asegurando que su acción fue clave para evitar una tragedia mayor: “El militar sacó dos camarotes así para subirnos. Lo primero que hizo fue ayudar a los demás a salir”. Este gesto permitió que numerosos pasajeros lograran escapar de la embarcación antes de que fuera demasiado tarde.
A pesar de las condiciones adversas, el militar y su rápido actuar permitió que los pasajeros pudieran salir de la nave: “Si no hubiéramos tenido el chaleco y si no hubiera roto el vidrio, hubiéramos muertos todos adentro”, agregó el testigo, quien agradeció la acción que marcó la diferencia entre la vida y la muerte.
De los 34 pasajeros de la embarcación, 27 personas fueron rescatadas, entre ellos 8 menores de edad, mientras tres personas siguen desaparecidas.