Este equipamiento, gestionado por INDAP y financiado por el Gobierno Regional de Los Ríos y su Consejo Regional, ha reactivado un sueño que los socios tenían dormido desde hacía años: trabajar más extensiones de siembra, pero reduciendo de semanas a solo un par de días las labores de preparación y cosecha. El valor de la maquinaria bordea los 53 millones de pesos, de los cuales los productores aportaron seis.
Al respecto, Luis Venegas, presidente de la Cooperativa Caunacoop, se muestra muy agradecido, pues tanto el tractor como la trilladora “nos apoyarán tremendamente en la agricultura familiar. Ahora podremos abarcar mayores extensiones de sembrado y, obviamente, repercutirá en la producción de nuestros campos. Antes, por falta de equipamiento como este, muchos vecinos habían dejado de sembrar o sembraban muy poco. Ahora todo cambió”.
Venegas añade que “se les agradece tremendamente el apoyo que nos han entregado tanto INDAP como el Gobierno Regional; simplemente ellos han sido una fortaleza para nosotros. Gracias a ellos han vuelto las ganas de volver a sembrar y cultivar”.
Por su parte, Noelia Pitripán, socia de la cooperativa, recalca la importancia de poder retornar al trabajo en la tierra tal como siempre lo hicieron sus padres: “No puedo describir lo feliz que estoy. Gracias a estas máquinas podré volver a trabajar las cinco hectáreas de tierra que poseo y sembrar tal cual como lo hacía mi querido padre”. Para ella, esta es la oportunidad de volver a ser autosustentables: “Lo que estábamos haciendo en un periodo de semanas, ahora lo podremos hacer en una sola jornada”, culminó.
Marianne Vargas considera que la llegada del tractor y la trilladora es un símbolo de modernidad para su familia: “Antes teníamos que llevar toda la cosecha de verano hasta donde se encontraba la trilladora. Ahora será la trilladora la que vaya a los campos. Eso nos ahorra traslados, tiempo y gastos. Además, podremos quedarnos con el resto de lo que se trille y usarlo en beneficio de nuestros corrales, algo que antes era impensable”.
Por último, Óscar Fernández, socio y director de la cooperativa, afirma que la adjudicación de este proyecto cubre una necesidad vital: “Eran muchos los años que llevábamos trabajando a baja escala y ahora todo cambiará, no únicamente para mí, sino para todos mis socios. Solo resta agradecer a INDAP y al Gobierno Regional. Estoy muy feliz”.