Un grupo de diputadas y diputados presentó un proyecto de ley que busca prohibir que cualquier espacio público en Chile lleve el nombre del dictador Augusto Pinochet. La iniciativa, respaldada por parlamentarios del Frente Amplio, el Partido Comunista y el Partido Socialista, tiene como objetivo eliminar homenajes a violadores de derechos humanos en espacios como calles, plazas, parques, estaciones y edificios públicos.
La diputada Lorena Fries, una de las impulsoras del proyecto, sostuvo que en Chile no existen avenidas Hitler ni plazas Mussolini, porque sería impresentable, y de la misma forma no debería haber una avenida Augusto Pinochet. A su juicio, mantener su nombre en el espacio público constituye una ofensa para las víctimas de la dictadura y una amenaza a los valores democráticos que sustentan la vida republicana.
El proyecto establece que, una vez aprobado, los municipios tendrán un plazo de 12 meses para realizar los cambios correspondientes. Además, se contempla la creación de un registro nacional de nombres asociado al Ministerio de Bienes Nacionales, que permita identificar y facilitar la eliminación de denominaciones que hagan apología de crímenes de lesa humanidad.
Esta propuesta legislativa surge en un contexto especialmente sensible, marcado por recientes polémicas en distintas comunas del país. En La Unión, Región de Los Ríos, la concejala Emilia Rauld solicitó formalmente al Concejo Municipal restituir el título de “Hijo Ilustre” a Augusto Pinochet, reconocimiento que había sido revocado en 2022. La propuesta generó amplio rechazo de sectores políticos y sociales, que la calificaron como una afrenta a la memoria histórica y a las víctimas del régimen militar.
Por otro lado, en la comuna de Las Condes, en la Región Metropolitana, un grupo mayoritario de concejales propuso rebautizar una calle, plaza o avenida con el nombre de Augusto Pinochet Ugarte. La iniciativa fue impulsada por el concejal Leonardo Prat, quien argumentó que, al igual que se han nombrado espacios públicos en honor a otros expresidentes, se debería considerar también al excomandante en jefe del Ejército. La propuesta ha generado fuertes divisiones al interior del municipio y ha sido duramente criticada por organismos de derechos humanos y agrupaciones ciudadanas.
Para los impulsores del proyecto de ley, eliminar el nombre de Pinochet del espacio público no significa borrar la historia, sino impedir su glorificación. La medida busca promover una cultura democrática basada en el respeto a los derechos humanos y en la construcción de una memoria que no oculte los crímenes del pasado.