El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) emitió un informe con duras observaciones al proyecto “Nuevo Desarrollo Inmobiliario Bahía Coique”, impulsado por Inmobiliaria Arenas Blancas S.A., sociedad vinculada a los hijos del expresidente Sebastián Piñera.
El proyecto se ubica en la ribera del lago Ranco, en la comuna de Futrono, y contempla en su primera etapa la construcción de 208 viviendas, entre departamentos y unidades tipo “Village”, distribuidas en un terreno de 18,12 hectáreas. La ejecución está planificada en tres fases con una duración total estimada de siete años. A esto se suma una segunda etapa, aún sin desarrollo definido, que considera otras 22,86 hectáreas destinadas a usos urbanos futuros.
Aunque no se explicita en la Declaración de Impacto Ambiental, los registros públicos y societarios vinculan el desarrollo directamente con los hijos del exmandatario a través de la inmobiliaria titular del proyecto.
Si bien no se detalló el monto de inversión, dada la magnitud del conjunto habitacional y la infraestructura proyectada —que incluye vialidad interior, estacionamientos, áreas verdes, sistemas de tratamiento de aguas servidas y acceso vial— se estima que la inversión supera los 40 millones de dólares.
El informe del SEA identificó una serie de deficiencias ambientales graves. Se advierte la posible afectación de dos humedales protegidos, lago Ranco y río Coique, áreas que presentan un alto valor ecológico y funciones fundamentales como la regulación hídrica y la conservación de biodiversidad. También se detectan riesgos de alteración en la calidad del agua del lago producto de la escorrentía superficial, los movimientos de tierra y la inadecuada gestión de aguas residuales.
En el aspecto sanitario, el proyecto declara conectarse a una planta de tratamiento autorizada en 1995. Sin embargo, no se adjuntaron certificados oficiales ni antecedentes que respalden la capacidad operativa de dicha infraestructura. Además, se identificaron inconsistencias en el número de viviendas consideradas para el cálculo de generación de aguas servidas, lo que compromete la evaluación técnica del sistema.
Durante su construcción, el proyecto podría afectar significativamente la calidad de vida de los vecinos del sector, generando aumento de ruidos, polvo en suspensión, tránsito de maquinaria pesada y presión sobre los servicios básicos. Asimismo, se requiere mayor claridad sobre el acceso público al lago, la ejecución de obras como muelles o piscinas, y la implementación de medidas de seguridad ante posibles derrames o eventos extremos.
El proyecto deberá ahora responder a las observaciones técnicas del SEA mediante una Adenda. Solo si logra acreditar que cumple con la normativa ambiental vigente y entrega respuestas satisfactorias, podrá continuar con su tramitación.
La comunidad local, junto a organizaciones ambientales, ha manifestado una creciente preocupación por el posible impacto irreversible de este desarrollo inmobiliario en uno de los entornos naturales más valiosos del sur de Chile.
Revisa el informe del SEA completo a continuación: