“Nosotros creemos que hay distintas formas de democracia. Cuba tiene una forma distinta, pero eso no significa que sea una dictadura”, señaló la exministra, agregando que “el pueblo cubano ha resistido más de 60 años de bloqueo económico y aun así mantiene un sistema que prioriza derechos sociales”.
Jara enfatizó que el Partido Comunista de Chile ha tenido históricamente relaciones con el gobierno cubano y que su visión de la democracia no está necesariamente anclada a los modelos occidentales tradicionales. “No podemos medir todos los sistemas con la misma vara, y menos cuando han enfrentado agresiones externas como las que ha vivido Cuba”, sostuvo.
Las declaraciones de la candidata presidencial no tardaron en generar repercusiones. Desde sectores oficialistas y opositores surgieron críticas que acusan una relativización de los derechos humanos en la isla. Parlamentarios de centroderecha calificaron sus dichos como “una defensa implícita a un régimen autoritario”, mientras que voces de la izquierda valoraron su franqueza, aunque algunos marcaron matices respecto a su visión sobre el sistema cubano.
Consultada sobre la situación de los presos políticos en la isla, Jara indicó que “cada país tiene sus procesos judiciales”, evitando emitir juicios categóricos, aunque aclaró que “como siempre, los derechos humanos deben ser respetados en toda circunstancia”.
Las declaraciones de la candidata abren un nuevo flanco en la carrera presidencial, instalando el debate sobre la política exterior chilena y las posturas ideológicas respecto a regímenes no alineados con el modelo liberal tradicional.