El Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) presentó los resultados del proceso de consulta indígena relacionado con el proyecto del nuevo Hospital de La Unión, el cual se encontraba pendiente de evaluación debido a los posibles impactos arqueológicos del recinto. A partir de los acuerdos alcanzados, la sociedad concesionaria a cargo de la construcción deberá readecuar su plan de manejo arqueológico, condición necesaria para que el CMN otorgue los permisos que permitan continuar con la ejecución del proyecto.
El desarrollo del nuevo hospital ha estado marcado por años de postergaciones y controversias que han generado un profundo malestar en la comunidad unionina. La ciudadanía ha ejercido una constante presión para que el proyecto se concrete, la que alcanzó su punto más álgido en abril de 2025 con una masiva manifestación que incluyó el corte total de la Ruta 5 Sur por más de dos horas. Una de las principales inquietudes ciudadanas fue la posibilidad de que el terreno originalmente destinado a la obra fuera modificado, lo que fue descartado por el delegado presidencial regional, Jorge Alvial, quien aseguró que “el hospital va, y es versión oficial del Gobierno”, reafirmando que se construirá en el mismo lugar definido desde un comienzo.
El proceso de consulta indígena se inició tras solicitudes presentadas por el Consejo de Comunidades de La Unión y la Alianza Territorial Daglipulli, quienes alertaron sobre la necesidad de revisar los permisos arqueológicos del proyecto. El CMN resolvió en mayo de 2024 iniciar una consulta formal en torno al Plan de Manejo Arqueológico, contando con el respaldo del Ministerio de Desarrollo Social y del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, quienes lideraron el proceso junto a la Dirección General de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas.
La consulta se desarrolló entre julio de 2024 y abril de 2025, e incluyó múltiples etapas que abarcaron desde reuniones de planificación metodológica con las comunidades, hasta talleres de diálogo con autoridades y visitas a museos para conocer antecedentes de hallazgos previos. El proceso culminó con una sistematización de acuerdos que recogieron demandas, observaciones técnicas y compromisos institucionales.
Entre los principales resultados se acordó establecer una mesa de seguimiento permanente, implementar protocolos de trabajo arqueológico con participación directa de las comunidades, realizar talleres informativos y elaborar estudios sobre los materiales recuperados. Las comunidades enfatizaron la necesidad de incorporar principios rectores como el respeto al Convenio 169 de la OIT, los derechos humanos y la cosmovisión mapuche en todas las fases del proyecto.
El CMN acogió las propuestas de excavaciones controladas, monitoreo permanente, paralización de obras ante eventuales hallazgos y elaboración de catálogos arqueológicos. Sin embargo, también emitió observaciones importantes, entre ellas la incorporación de un antropólogo social en el equipo, una revisión de la clasificación de hallazgos esperados y no esperados, y un mayor detalle en los mecanismos de fiscalización. Asimismo, solicitó que el nuevo Plan de Manejo incluya un marco conceptual derivado de la consulta, antecedentes históricos y culturales del pueblo mapuche, medidas aplicables a la fase de demolición del antiguo hospital y estrategias de socialización con las comunidades.
Finalmente, el CMN acordó que todos los antecedentes serán remitidos a la sociedad concesionaria encargada del proyecto, para que esta presente una versión readecuada del Plan de Manejo Arqueológico conforme a los acuerdos establecidos. Una vez que este nuevo plan sea evaluado y aprobado, el Consejo podrá otorgar los permisos necesarios para avanzar con la construcción del Hospital de La Unión.