El Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL), es una condición del neurodesarrollo que afecta aproximadamente al 7% de la población infantil, siendo más común en varones que en mujeres y, aunque se desconoce su causa, la investigación reciente ha determinado que tiene un importante componente genético hereditario.
Loreto Grandón, académica de Vinculación con el Medio de la Escuela de Fonoaudiología de la Universidad San Sebastián, explica que el TDL “se caracteriza por un inicio tardío en el desarrollo del lenguaje, el cual no mejora después de los tres años. También se expresa en problemas en la comprensión, pudiendo traer secuelas en la adquisición de la lectura y escritura, dificultades conductuales, emocionales y de adaptación social que, inclusive, podrían mantenerse en la vida adulta”.
En ese sentido, advierte que es importante considerar algunas señales de alerta que permitan a los padres detectar cuándo consultar a un especialista para iniciar oportunamente una estimulación adecuada de los niños que padecen este trastorno.
¿Cómo saber si un niño requiere de un control fonoaudiológico? Grandón menciona que “si existe un vocabulario inferior a 50 palabras o ausencia de frases de dos palabras a los 2 años; si no establece contacto visual con su interlocutor o hay ausencia de gestos y balbuceo en el primer año de vida; si se le dificulta la expresión de algunos sonidos o no se le entiende lo que quiere decir, predominando el gesto por sobre lo verbal, son algunos indicadores a tomar en cuenta para consultar e iniciar una intervención temprana”.