La carta, dirigida a Maritza Molina, Antonio Molina, la familia Molina y otros miembros de la corporación, destaca los múltiples incumplimientos que llevaron al cierre anticipado del año escolar y a la autodesvinculación de todo el personal docente y administrativo.
En la misiva, los trabajadores expresaron que el colegio ha estado años sin la presencia de sus sostenedores, quienes no solo descuidaron la infraestructura y las obligaciones legales, sino que también dejaron a los empleados y estudiantes en un estado de incertidumbre total. “Somos los ex trabajadores y trabajadoras del colegio Cardenal Raúl Silva Henríquez de Río Bueno. Resulta extraña la presentación, pero sabemos que no nos conocen, pues su abandono es físico”, señala el texto.
Entre las denuncias, los trabajadores destacaron que al día de hoy se les adeudan meses de cotizaciones previsionales, descuentos de sueldo y créditos sociales, además de la incertidumbre de poder acceder a sus finiquitos y compensaciones por años de servicio. Asimismo, recalcaron la falta de transparencia en el uso de subvenciones públicas destinadas a fines educativos y el nulo contacto con la comunidad escolar respecto al cierre del establecimiento.
En su mensaje, los trabajadores también enfatizaron el abandono moral que consideran el daño más profundo. “No hay una herida peor que esta, pues socava el espíritu de la docencia, la esperanza de las familias y el sentido de pertenencia a una comunidad que es el lugar seguro de cientos de familias”, declararon. Citaron al Cardenal Raúl Silva Henríquez: “Quiero que en mi país todos vivan con dignidad… que cada niño tenga una escuela para estudiar”, para resaltar la contradicción entre los ideales del nombre del colegio y las acciones de los sostenedores.
La carta cerró con un llamado a la reflexión por parte de los sostenedores para explicar y asumir la dimensión de sus actos ante la comunidad afectada. Los trabajadores también reafirmaron su compromiso de luchar hasta el final por sus legítimos derechos.
Acciones legales en curso
El 27 de noviembre, todos los empleados del colegio firmaron su autodespido masivo, lo que marca el inicio de acciones legales colectivas contra los sostenedores. El objetivo principal es garantizar el pago de indemnizaciones y otros derechos laborales. La comunidad educativa de Río Bueno sigue enfrentando la incertidumbre mientras se esclarece el futuro de la infraestructura del colegio y la situación financiera de la corporación.