A pesar de que Chile continúa libre de influenza aviar en aves de corral, la presencia de estas aves migratorias implica un alto riesgo de contagio para la producción avícola nacional y las aves domésticas. De hecho, el brote de 2022 evidenció la facilidad con la que el virus puede propagarse, afectando progresivamente a diversas regiones del país.
Con el fin de prevenir un posible brote, el SAG solicita a los propietarios de aves de corral reforzar sus medidas de bioseguridad, evitando el contacto de sus animales con las aves silvestres. Estas recomendaciones incluyen mantener a las aves en un lugar cerrado y aislado, asegurarse de que agua y alimento no provengan de fuentes compartidas con pájaros silvestres, usar vestimenta exclusiva para el manejo de aves, desinfectar calzado, lavarse las manos antes y después de tocarlas, y limpiar regularmente los alrededores de los gallineros.
En caso de detectar síntomas como pérdida de apetito, descoordinación, plumaje erizado, dificultades respiratorias con secreciones nasales, diarrea, reducción o alteración en la producción de huevos, hinchazón y coloración azulada en la cabeza, cresta, barbillas o patas, o bien signos de postración o muerte, el SAG urge contactar de inmediato a su oficina más cercana. Estas medidas de alerta temprana son fundamentales para contener la enfermedad y proteger tanto la salud de los animales como la seguridad alimentaria del país.