Estimados Vecinos y Vecinas de La Unión,
Me dirijo a ustedes en esta carta abierta para expresar mi profunda preocupación y rechazo ante la reciente propuesta de la Concejala Emilia Rauld Dercolto quien solicita declarar a Augusto Pinochet Ugarte como Hijo Ilustre de nuestra querida comuna. Este tema no es sólo de relevancia local; se trata de un asunto que toca las fibras más sensibles de nuestra historia y de nuestra identidad como chilenos.
La figura de Augusto Pinochet es, sin lugar a dudas, una de las más controvertidas y divisorias de nuestra historia reciente. Su gobierno, que se instauró tras un violento golpe de Estado en 1973, dejó una huella imborrable en nuestro país, una huella marcada por la represión, la violencia y la violación sistemática de los derechos humanos. Las cifras son desgarradoras: miles de chilenos fueron detenidos, torturados, desaparecidos y asesinados. La memoria de estas atrocidades no puede ser olvidada ni minimizada.
Declarar a Pinochet como Hijo Ilustre de La Unión sería, en efecto, una medida regresiva y una forma de apología al terrorismo de Estado. Este reconocimiento no sólo ignora el sufrimiento de las víctimas y sus familias, sino que también envía un mensaje peligroso a las futuras generaciones: que la violencia y la represión pueden ser justificadas en nombre de la “estabilidad” o el “desarrollo”. Esta interpretación distorsionada de la historia no sólo es incorrecta, sino que es profundamente dañina para nuestra cohesión social y para el proceso de sanación que aún estamos tratando de alcanzar.
Es esencial recordar que la memoria histórica es un componente clave en la construcción de una sociedad justa y equitativa. Honrar a quienes lucharon por la democracia y los derechos humanos, y reconocer el sufrimiento de aquellos que fueron perseguidos, es un paso fundamental para avanzar hacia un futuro más inclusivo.
La Unión, como comunidad, tiene la responsabilidad de construir un legado de respeto, diálogo y reconciliación. La propuesta de declarar a Pinochet como Hijo Ilustre contradice estos valores y perpetúa el dolor de quienes aún llevan la carga de las pérdidas sufridas durante la dictadura. Es un acto que divide antes que unir, y que puede reabrir viejas heridas en lugar de promover la sanación.
En lugar de glorificar a figuras que simbolizan la opresión y el miedo, debemos enfocarnos en reconocer a aquellos que lucharon por la libertad, la justicia y la dignidad humana. Es vital que nuestra comuna se convierta en un espacio de memoria, donde se honre a las víctimas y se promueva la educación sobre los derechos humanos. Sólo así podremos construir un futuro en el que todos nos sintamos incluidos y respetados.
Hago un llamado a todos los habitantes de La Unión, a nuestros líderes comunitarios y a las instituciones, para que reflexionemos profundamente sobre esta propuesta. No se trata de un título; se trata de los valores que queremos defender y de la memoria que deseamos construir. La historia no debe ser reescrita para favorecer narrativas convenientes; debe ser confrontada con valentía y honestidad.
Invito a todos a participar en un diálogo abierto y respetuoso sobre este tema. Es fundamental escuchar las voces de quienes han sido afectados por el pasado, así como fomentar un espacio en el que podamos discutir nuestras diferencias de manera constructiva. Sólo así podremos avanzar hacia una comunidad más unida y consciente de su historia.
En este momento crucial, elijamos la memoria, elijamos la verdad y elijamos la justicia. No permitamos que el legado de Pinochet sea honrado en nuestra comuna. Defendamos la dignidad de quienes sufrieron y trabajemos juntos por un futuro donde la libertad y los derechos humanos sean los pilares de nuestra sociedad.
Con respeto y esperanza,
Carmen Loreto Pinuer Francke
Vecina de La Unión
Profesora de Educación Diferencial
Presidenta Regional de Los Ríos del Colegio De Profesoras y Profesores de Chile AG