La controversia por el cierre del Jardín Infantil y Sala Cuna de la Universidad Austral de Chile (UACh), anunciado en enero de 2025, continúa generando repercusiones. La decisión, comunicada sin previo aviso, afectó directamente a 63 niños y provocó el despido de 17 trabajadoras, lo que fue considerado por diversos sectores como una vulneración a los derechos de los trabajadores y un incumplimiento de los contratos colectivos que garantizaban este beneficio para funcionarios y funcionarias de la institución.
El Ministerio de Educación también se pronunció, cuestionando la legalidad del procedimiento y advirtiendo sobre eventuales sanciones por no cumplir con los plazos y requisitos administrativos correspondientes. Bajo la presión de padres, sindicatos y autoridades, la universidad optó por suspender temporalmente el cierre, comprometiéndose a mantener el funcionamiento de ambas unidades durante el año 2025. No obstante, el futuro del recinto sigue siendo incierto, ya que la casa de estudios deberá presentar una solicitud formal entre julio y septiembre si decide cesar sus funciones en 2026.
En ese contexto, el candidato a rector Egon Montecinos manifestó públicamente su postura frente a la medida, cuestionando tanto su legitimidad como su real impacto económico. “En toda organización existen lugares, espacios y unidades que son significativas o tienen una fuerte connotación histórica para las instituciones. La sala cuna de la Universidad Austral de Chile, que este año cumple 48 años, es una de esas unidades”, afirmó Montecinos, quien recalcó el valor simbólico y social de este espacio para la comunidad universitaria.
El académico también compartió la preocupación de quienes se han visto directamente afectados por la decisión. “He conversado con apoderados, apoderadas, las tías y comparto su angustia, dolor e incertidumbre por el anuncio del cierre de esta unidad”, declaró, apelando a la necesidad de empatía y conexión con el sentir de las familias y trabajadoras involucradas.
Asimismo, puso en duda que el cierre tenga algún efecto relevante en las finanzas institucionales: “¿Cuánto se mueve la aguja financiera por esta medida? ¿Cuánto se mueve el EBITDA de la universidad por esta medida? ¿O cuánto sostenemos la caja de la universidad con esta medida? Creo que no mucho, por no decir nada”, dijo. En cambio, fue enfático en señalar el impacto negativo que esta medida podría tener sobre la vida interna de la universidad: “Por el contrario, ¿cuánto se daña la cohesión interna de la universidad con esta medida?”.
Recordando que uno de los principios establecidos en el plan de recuperación de la UACh era que las decisiones debían ser consensuadas y buscar fortalecer la comunidad universitaria, Montecinos sostuvo: “Recordemos que uno de los bordes que planteó el plan de recuperación era que las medidas debían ser consensuadas en la comunidad universitaria y debían fortalecer la cohesión interna. Por lo tanto, con esta medida creo que se afecta mucho nuestra cohesión interna”.
Finalmente, se comprometió explícitamente a revisar el cierre si asume la rectoría: “Ante esto, quiero desde aquí comprometer que, de resultar electo durante el mes de junio, revisaré esta medida junto al Consejo Académico, el Directorio, la SES y el Gobierno en aras de su continuidad como un mejor servicio para la universidad y para la comunidad valdiviana”.