[su_dropcap style=”simple” size=”5″]P[/su_dropcap]rimero fue la alta presencia de roedores a inicios del mes de agosto lo que alertó a apoderados y vecinos del Jardín Infantil “Manitos Creadoras”, que funciona bajo el sistema Vía Transferencia de Fondos (JUNJI) en la comuna de Mariquina, después vendrían una serie de reclamos por malos olores derivados de los trabajos de control de plagas en que los roedores murieron entre las techumbres del mismo establecimiento, con todos los riesgos sanitarios que ello implica.
Según reconoce el propio administrador municipal de dicha comuna, Rafael Asenjo, en primera instancia la casa edilicia atendió a los reclamos de los apoderados y vecinos, haciendo efectivo un contrato de servicios menores con una empresa local de control de plagas para que solucione este problema; sin embargo a los pocos días de realizados los trabajos comenzaron los malos olores de lo que Asenjo describe como “material orgánico en descomposición”, y que no es más que ratas muertas en los entretechos de las salas de clases de los alumnos.
Rafael Asenjo argumenta que luego de la desratización realizada por la empresa viene una fase de mortandad de las colonias vivas y es por eso que a los pocos días se evidenciaron malos olores, lo que “es una consecuencia natural y obvia de las labores de desratización que la municipalidad de Mariquina, a través de los fondos JUNJI, ha provisto”, precisó el funcionario municipal.
