Daño ambiental se deriva de derrames parciales en la planta elevadora ubicada adyacente al río.
Un pronunciamiento de la Autoridad Sanitaria que aclare qué sustancia está vertiendo la planta elevadora ubicada en la localidad de Reumén, en Paillaco, al río Collilelfu, solicitó el médico Miguel Ángel Carrasco, quien en agosto de 2019 ingresó una solicitud de fiscalización a la Secretaría Regional Ministerial de la región de Los Ríos, denunciando la contaminación de las aguas, aludiendo responsabilidades de la Municipalidad de Paillaco en el hecho.
“Estamos llegando a febrero, no tenemos respuestas claras, por eso recurrimos a los medios de comunicación para que se ejerza una presión ciudadana y haya un pronunciamiento a la brevedad respecto de esta situación compleja. Hablamos de sequía, de proteger el agua, estamos en una crisis hídrica y aquí estamos observando que se contamina el agua de un río por una planta cuya responsabilidad es municipal y nadie responde”, afirmó Carrasco.
En la solicitud de fiscalización, el médico expuso que “el problema ambiental de magnitud en el sector de Reumén tiene su origen a contar de la puesta en marcha de la planta de tratamiento a fines de 2008”.
Además, indicó que a través de un tubo de desagüe vierte al río todas las aguas servidas que no ingresan a la planta e indicó que “este problema se acrecienta cuando estas bombas se echan a perder, que es lo que últimamente ha ocurrido, las aguas servidas no suben a la planta de tratamiento por ende se eliminan en el río”.
Frente a la solicitud, la Secretaría Regional Ministerial de Salud a través de la sección Ambiente Saludable, respondió en noviembre de 2019 que constató la salida de aguas servidas no tratadas desde la planta elevadora que se encuentra en calle Lautaro hacia el río Collilelfu, a la altura del puente de acceso a Reumén, y señaló en la oportunidad que se levantó un acta quedando citado el titular de la planta de tratamiento a presentar sus descargos al Departamento Jurídico de la Seremía.
La situación también fue informada a la Superintendencia de Medio Ambiente por el médico Miguel Ángel Carrasco, mediante una denuncia que ingresó en diciembre del año pasado. El objetivo de esta acción es verificar si la planta de tratamiento de aguas servidas cuenta o no con la resolución de calificación ambiental correspondiente para su operación.