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martes, octubre 22, 2024
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Docente USS destaca la alimentación saludable como un factor preventivo del cáncer

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En el Día Internacional del Cáncer de Mama se instó a realizarse mamografías preventivas para una detección precoz, que mejore pronósticos e intervenciones de la enfermedad.

Desde la carrera de Nutrición y Dietética de la U. San Sebastián Sede Valdivia, la docente Ignacia Hidalgo, sumándose a la conmemoración del Día Internacional del Cáncer de Mama, hizo un llamado a que junto con la preocupación por hacerse la mamografía de forma oportuna se genere conciencia de que la alimentación y vida saludable son factores preventivos.

En Chile el Cáncer de Mama es la neoplasia que más afecta a la población femenina, según datos de 2018 de The Global Cancer Observatory (Globocan) hubo 5.393 casos nuevos, representando el 20,8% del total, con 1.688 decesos asociados a la enfermedad.

“Las cifras son crudas, en 2016 en Chile el cáncer -en general- fue la segunda causa de muerte después de las enfermedades cardiovasculares, mientras que a nivel mundial en relación a estimaciones de la Agencia para la Investigación en Cáncer (IARC) -el 2018- asoció una de cada seis muertes al cáncer, llegando a 9,5 millones al año”, señaló Ignacia Hidalgo.

Por ello, la docente de la USS indicó que“es importante tener presente que una de las aristas preventivas que pueden ayudar en reducir la aparición del cáncer mama y otros tipos de cáncer, es la alimentación y un estilo de vida saludable”.

Dieta Mediterránea

Asimismo, Ignacia Hidalgo, sostuvo que una de las dietas que –según estudios de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en 2018- es beneficiosa, con un impacto en la disminución de la incidencia, es la dieta mediterránea.

“Esta dieta se basa –principalmente- en el consumo de frutas y verduras frescas, siendo una buena fuente de vitaminas, minerales y fibra. Respecto al consumo bajo de carne roja, se prioriza las carnes magras, como posta negra o rosada – y se evitan las carnes procesadas y embutidos, como hamburguesas y salchichas; esto porque busca reducir el aporte de grasas saturadas en la dieta”, explicó.

Así todo, la académica de Nutrición y Dietética USS Valdivia subrayó que, “se sugiere el consumo de carne blanca -pollo, pavo y conejo-, pues son más bajas en grasa. También, incorporar una ingesta elevada de legumbres, con tres a cuatro raciones por semana, al ser una buena fuente de fibra y de proteína”.

“Además, un consumo elevado de pescados y mariscos, variando entre el pescado azul y blanco. De este modo, se logra aportar ácidos grasos poliinsaturados (Omega-3), importantes también en la prevención de procesos inflamatorios y enfermedades cardiovasculares”, agregó.

De igual forma, la profesional aconsejó que, “en la preparación de los alimentos se prefiera el aceite de oliva, porque proporcionarán grasas monoinsaturadas y vitamina E –antioxidante-; además de cereales integrales –ya sea arroz integral, pan integral, entre otros- dado que incrementarán la fibra en la alimentación”.

“También, se debe tener en cuenta que la alimentación debe ser balanceada para que logre entregar una gran variedad de nutrientes, con el fin de obtener sus beneficios. Sin embargo, no debe olvidar consultar con un profesional”, concluyó.

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